VIDA ÍNTIMA DE LAS MOSCAS

Las hembras de mosca de la fruta tienen sexo con más frecuencia cuanta más comida hay a su alrededor, nuevos estudios de la Universidad de Oxford explican cómo funciona esto.

Hay una buena razón para que las moscas hembra controlen su vida sexual. La necesidad de aparearse con bastantes machos para fertilizar los huevos que produce tiene algunos inconvenientes. Además de la energía para producir huevos, el macho lleva en su esperma proteínas que acortan la vida, por lo tanto hay penalización para las hembras que se aparean con frecuencia.

La investigación de Oxford descubrió que los niveles de insulina, relacionados con la ingestión de comida, controlan la frecuencia con que la hembra consiente el sexo con más machos.
Como ocurre con las personas, donde la insulina regula nuestros niveles de azúcar en la sangre según los alimentos ingeridos o periodos sin comer, la insulina juega un papel similar en gran número de especies. Esto incluye regulación del metabolismo, fertilidad y longevidad según los niveles asequibles de nutrición.
En la mosca hembra de la fruta, la conducta sexual puede incluirse en esta lista.
Los investigadores de las Universidades de Oxford, Londres y East Anglia han demostrado que las moscas, con mutaciones que bloquean la salida de la insulina, tendrán sexo con menos frecuencia después del primer apareamiento.

En palabras del doctor Stuart Wigby, principal autor del estudio, las moscas de la fruta “creen” estar hambrientas aunque tengan mucha comida a su disposición.Se puede dar un proceso similar en montones de animales diferentes, incluidos los mamíferos y posiblemente los primates, ya que en la evolución se han conservado las respuestas del control de insulina ante la comida. Por ejemplo, se han observado en los ratones de campo asociaciones entre la gula y la conducta sexual así como, en los humanos, conexiones entre una nutrición pobre y una baja fertilidad.

El estudio también da pie para algunas investigaciones en el tiempo. Los estudios de genética y envejecimiento de animales como la mosca de la fruta y los ratones han sugerido la posibilidad de alargar la vida. La gente ha empezado a preguntarse si sería posible aplicar estos resultados a la salud de los humanos y desarrollar tratamientos para una vida más larga y sana.
Si esto funciona, muchas de las moscas con mutaciones en su control de insulina, aunque no todas, son longevas. No obstante, la longevidad también se puede conseguir mediante cambios en la cantidad de apareamientos y en la conducta sexual.

El doctor Wigby afirma que… las investigaciones sobre el aumento de la esperanza de vida tienen que controlar cualquier variación de conducta entre los grupos de estudio, así como la genética y la psicología de los animales, para no obtener resultados engañosos.
Entendiendo los mecanismos del envejecimiento retardado en los studios con animales es posible proporcionar mejoras en el desarrollo de intervenciones clínicas para favorecer una longevidad sana en los humanos. Sin embargo, es importante pensar más allá de las simples conexiones entre fisiología y longevidad, y considerar que tal intervención podría también afectar seriamente a la conducta.

ScienceDaily (Sep. 7, 2010)

Fuentes:
El texto anterior es una reproducción (con adaptaciones de ScienceDaily) de materiales suministrados por la Universidad de Oxford.