jueves, 16 de septiembre de 2010

Drac

Drac hoy está inquieto. Echa humo. Le ha dado envidia toda una web con su correspondiente blog dedicado a los gatos, esos animalitos que, como él, se han visto deificados y ocupado un lugar de preferencia en todas las culturas. Amado y odiado a la vez.
Drac es muy, muy tranquilo pero esperemos que no eche fuego, que tiene sus momentos. Para calmarle no es necesario sacrificar una doncella virgen, ni una docena, si es que las podemos encontrar. Basta con que hablemos de él y de su importancia a lo largo de los siglos y de los milenios.

Dedicado a Drac, nuestra mascota insignia, líder de toda ficción, fuente de la imaginación.
El dragón es un monstruo legendario, normalmente concebido como un lagarto o serpiente escamoso con grandes alas de murciélago, que exhala fuego, y una cola con crestas.
La creencia en estas criaturas mitológicas surgió aparentemente del desconocimiento por parte de los antiguos sobre los gigantescos reptiles prehistóricos que muestran una apariencia similar.

dragón europeo

En Grecia la palabra drakōn, de la que deriva su nombre actual en varios idiomas, se utilizó originalmente para designar cualquier gran serpiente. El dragón mitológico, cualquiera que sea la apariencia que asuma posteriormente, sigue siendo en esencia una serpiente.
En general, en Oriente Medio donde las serpientes son grandes y mortíferas, la serpiente o dragón son símbolos del principio del Mal. Es el caso del dios egipcio Apepi, la gran sierpe del mundo de la oscuridad.
No obstante, los griegos y los romanos, aunque aceptando la idea procedente de Oriente Medio de la serpiente como la simbolización del mal, también en ocasiones atribuyeron a la gran serpiente-dragón poderes benéficos
Sin embargo, en general, la reputación de maldad de los dragones resultó ser la más extendida y en Europa desbancó otros atributos. La cristiandad fundió las antiguas deidades tanto benéficas como malignas condenándolas conjuntamente. En el arte cristiano el dragón se convirtió en el símbolo del pecado y el paganismo y, como tal, se mostraba derrotado bajo los pies de santos y mártires.

El Tiamat caldeo
La forma de los dragones ha cambiado desde los tiempos más remotos. El dragón caldeo Tiamat tenía cuatro patas, un cuerpo escamoso y alas, mientras que el dragón bíblico del libro del Apocalipsis, “la vieja serpiente”, poseía múltiples cabezas como la Hidra griega.
Debido a que no sólo poseen cualidades que inspiran tanto terror como idea de protección, sino que además presentan un aspecto decorativo, los dragones se utilizaron muy pronto como emblemas guerreros.
En La Ilíada, el rey Agamenón portaba en su escudo una serpiente azul de tres cabezas, al igual que los guerreros noruegos posteriormente pintaron dragones en sus escudos y esculpieron sus cabezas en las proas de sus barcos. En la Inglaterra anterior a la conquista normanda, el dragón era la enseña que encabezaba todas las demás en la guerra, siendo instituida como tal por Uter Pendragón, padre del rey Arturo. En el siglo 20 el dragón fue incorporado oficialmente a las armas heráldicas del príncipe de Gales.
En el lejano oriente, el dragón conservó su prestigio y es reconocido como una criatura benéfica. El dragón chino –lung- representa a Yang, el principio celestial, de acción y masculino en la cosmología china del Yin-Yang. Desde tiempos remotos se convirtió en el emblema de la familia imperial y hasta la proclamación de la república en 1911 el dragón adornó la bandera china.

Dragones japoneses
El dragón llegó a Japón junto con muchos elementos de la cultura china y ahí, conocido como ryū o tatsu, asumió las capacidades de cambiar de tamaño a voluntad hasta el punto de convertirse en invisible. 
Tanto los dragones chinos como japoneses, aunque sean reconocidos como poderes del aire, normalmente no tienen alas. Los dragones se encuentran entre las fuerzas de la naturaleza deificadas por el Taoísmo.

Varanus komodoensis

El término dragón no tiene un significado zoológico pero atendiendo al nombre genérico en latín de Draco se aplica a un cierto número de especies de pequeños lagartos hallados en la región de Indonesia y Malasia.

El nombre de dragón también es utilizado popularmente para el gigantesco  Varanus komodoensis, descubierto en Komodo, Indonesia.

Fuentes: Enciclopedia Británica.



Nota: En inglés diferencian entre el vocablo latino Draco como género que se aplica a los animales indicados y dragon como nombre propio del animal mitológico. En castellano no se distingue entre el ser mitológico y los reptiles del género Draco.

8 comentarios:

  1. Drac dice que discrepa un tanto del tratamiento que le han dado en la Enciclopedia Británica pero de momento lo deja estar y se va a tomar su cafetito con leche y un saco de cruasans

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  2. Añade que no me olvide de decir que le ha gustado la selección de fotos.

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  3. Teniente,te has olvidado del más importante dragón de la literatura:Smaug,de El Hobbit
    Copio y pego una cosilla sobre este familiar de nuestro drac:

    En las conversaciones con Bilbo demostró ser un rival inteligente y experimentado, que con los acertijos le sonsacó al hobbit alguna que otra información, que este mejor hubiera callado. Sin embargo, era muy receptivo para las adulaciones: «Oh Smaug, la más importante, la más grande de las Calamidades» le dijo Bilbo y él mostró, jactándose, el vientre cubierto de oro y diamantes, pero que tenía un hueco descubierto en el lado izquierdo.

    A diferencia de su antepasado Glaurung, Smaug era un dragón muy obstinado que no aceptaba órdenes de nadie. Se sentía satisfecho con el denso placer que le proporcionaban la avaricia y la destrucción. Descendía de los Dragones de fuego alados que se habían refugiado en los desiertos del Norte tras la caída de Thangorodrim. Los vapores que exhalaba eran malolientes pero no venenosos.

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  4. Dragones, fabulosos en los cuentos.Me encantan.
    Veo que te lo has currado mi teniente.Muchas gracias por la información.Siempre se aprenden cosas nuevas.
    Espero que Drac se dé por satisfecho,creo que puede estar orgulloso.

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  5. Vaya!!! Ahora resultará que Sant Jordi sólo mató a una lagartija...

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  6. ¡Mira que Drac se está impacientando Pep! Que él tiene muchos años y mucha tradición a sus espaldas y tus irreverencias le ponen de mal humor.
    Ahora ya me dará la tarde.

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  7. Eso es lo último que querría. Que se me enfadara el Drac y su dueña...
    Ya sabes que en mis palabras nunca hay mala intención.

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  8. No sé, no sé. A mí me ha gustado el artículo. Pero seguro que en el Larousse lo explican mucho mejor.

    Minette

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