Internet, refugio de cobardes y antisociales.

Comprobé ya en Yahoo Respuestas, una página, un site, creado con buena intención pero mal gestionado de donde me he retirado después de un año de participación, lo que de antemano se puede prever. Que internet facilita la expresión de todas las pulsiones más bajas de los seres humanos. La rabia, la mezquindad, la envidia, el acoso, encuentran en la red su mejor caldo de cultivo. El anonimato es su mejor aliado.

Escribo relatos con unos amigos en un blog, My Loony Dog. Tratamos de divertirnos, de pasarlo bien de la manera más inocente y también creativa.

A mí me invitaron en marzo pasado de este año cuando el blog y el grupo ya tenían una andadura de más de un año.

Animé a una amiga, compañera del grupo, que se limitaba siempre a leer, opinar, comentar y reír con nosotros, a que escribiera. ¿Debo arrepentirme de ello?

Mi amiga es una persona de pocas pero certeras y agudas palabras.

Primero publicó unos micro-relatos en las maratones que venimos haciendo desde agosto. Le encanta la ciencia-ficción y le cogió gustillo. También empezó a publicar traducciones de artículos muy interesantes -al menos para nosotras- procedentes de Discovery Channel y otros medios parecidos. Éstos en este blog, nuestro Drac.

Y un día le dio por sacar uno de sus poemas satíricos: Yo era 007 y tú el doctor No.

Cuando lo leí me pareció una alusión política y más con la que está cayendo. No daba para pensar nada más. "Los mismos perros con distintos collares". Clarísimo.

Pero hubo alguien, dos personas en concreto, que la tenían entre ceja y ceja, cosa que ya pude ver en el mes de junio cuando ambos intervinieron acusándola de yo no sabía qué, con un malhacer que yo no había visto todavía -y que no existe- en nuestro grupo.

No voy a extenderme más por ahora. Hay mucho, demasiado por decir. Como que desde que se colgó el citado poema hace 15 días, nos han estado acosando con insultos de la peor clase y presionándonos para que borremos éste y otro posterior -Fauno- siempre con el ridículo convencimiento de que les van dirigidos.

Si se les ignora, siguen. Si se les responde diciendo que no lo vamos a quitar, nos insultan. Si borramos sus libelos, nos bombardean repitiéndolos 40 veces al día. Deben de estar en el paro, digo yo. Enfermas crónicas, retiradas a la fuerza, como es el caso tanto de mi amiga como el mío, no, eso lo sé seguro.

Y ahora que están bloqueados, publican una sarta de mentiras en pleno Facebook. Dicen que les insultamos nosotros cuando es justamente al revés.

Bien, no reproduzco aquí una de sus memorables intervenciones en nuestro blog. Guardé la página por si hay que proceder a denunciarles.

Por cierto, nunca firman con sus nombres verdaderos. Nosotros los conocemos pero de momento no los airearé.

Lo que queda claro es que nuestra sociedad cada vez está más enferma. De una sociedad neurótica en pocos años hemos pasado a niveles psicóticos y antisociales. Porque tal cosa es el mobbing, bullying y los diversos nombres con los que se disfraza el castellano término de ACOSO, o la actitud paranoica de pensar que cualquier cosa guarda relación con uno. Tal como predijeron algunos psicólogos y psicoterapeutas que vieron la ¿evolución?, dirección que iba tomando la sociedad ya en los años 80.