No, no puedo ni quiero resistirme a recoger esta exhibición de las excelencias del traductor automático de Google. Puede que sea para llorar pero a mí me produce la malsana alegría de contemplar el excelente funcionamiento del diseño y la programación de las máquinas con las que nos ha tocado convivir.
Y sin embargo, no más lejos que un ave wan-ton,
Que permite saltar un poco de su mano,
Al igual que un pobre prisionero en su grilletes trenzado,
Y con un hilo de seda que arranca de nuevo,
Así que el amor-celoso de su libertad.
- Romeo: Yo yo tu pájaro.
- Julieta: Dulce, por lo que sería,
Sin embargo, debo matar a ti con mucha estimación.
Buenas noches, buenas noches! Partir es un dolor tan dulce,
Que voy a decir buenas noches hasta que sea mañana.
O sea, que la buena de Julieta resulta ser una experta zoóloga especializada, por lo que se ve, en aves chinas (wan-ton, que no sé si son aves; yo sólo conozco unos frutos de la sartén por ese nombre) y, además, una asesina piadosa que mata a su amado con mucha estimación.
¡Pues vaya con la moza! Presenta un perfil digno de los cerebrines de "Mentes criminales".